viernes, 4 de marzo de 2011

Tetto love capitulo 37 (whatever)

Desde ahora pondre a cada capitulo un nombre :D



Jaime entro al coche sin ni siquiera voltearte a verte.
Encendió el auto y mirando solamente hacia enfrente, avanzo.
Tú lo miras de reojo. Y ninguna de esas veces Jaime mostraba interés hacia ti, solo miraba la solitaria carretera.
Preferiste ya no darle importancia. Así que, deprimida te quedaste mirando a través de la ventanilla.
Paso el tiempo. El cielo ya estaba más oscuro.
Por fin Jaime hablo, aunque fue algo muy seco y apagado

Jaime:Creo que deberías dormir en un motel (Y señalo hacia enfrente)

Tú miraste sin mucha curiosidad.Había un gran letrero que decía con luces purpuras: MOTEL.

Tu: (respondiste bajo y lento) Creo que sería lo mejor (Cruzaste los brazos)

Ahora ya no hacía calor, la temperatura había descendido y el frio hacia que tus brazos descubiertos estuvieran congelados.

Jaime condujo unos cinco minutos más hasta llegar al estacionamiento del lugar.
Apago el coche; saco las llaves lentamente, luego coloco sus manos sobre el volante.
Espero unos minutos. Abría una y otra vez su boca como si quisiera decir algo. Tú lo mirabas implorándole con tus ojos que te hablara, o tal solo que te viera. Pero nada sucedió.
Salió del auto y cerro su puerta tras de él.
Viste como avanzo hasta la entrada del lugar. Y tú, sin más remedio, saliste del auto sin su ayuda
Cuando llegaste hasta donde él estaba, ya tenía en sus manos las llaves de la habitación y ahora estaba firmando un papel del motel.
Según eso era un tal: Robert Platt.
Nunca habías escuchado ese apellido. Te dio igual.
Jaime volteo a verte. Hubieras preferido que no lo hiciera, su mirada era simplemente vacía.
Hizo un ademan con su cabeza para que lo siguieras.
Tú arrastrando los pies lo acompañaste.
Estaban juntos, pero no parecía. Lucían como extraños, cada quien en un lado del pasillo y en silencio sin ni siquiera mirarse. Pero así fue como se dirigieron a su habitación.
Subieron un piso, y ya en el segundo Jaime abrió la habitación con el número 41 pegado en la puerta.

Jaime: Pasa

Tu entraste a la habitación, estaba todo oscuro, no podías ver casi nada.

Jaime: Iré a dar un paseo

Tú: ¿Te puedo acompañar? (Te acercaste a él. Tomaste sus manos)

Jaime: Prefiero… (soltó tus manos) prefiero ir solo

Tu te acercaste despacio hacia él.Pero el, se alejo lentamente y dijo

Jaime:Vuelvo… (Te dio la espalda y se fue)

Tú te sentiste horrible. Te había dejado. Sentiste como algo dentro de ti se había roto. Era terrible.
Cerraste la puerta. Intentaste buscar la cama entre la oscuridad. Chocaste con algo y lo tocaste, parecía el colcho, habías dado con la cama.
Te lanzaste encima de ella, y comenzaste a llorar, a llorar y llorar.
Sentías como las lágrimas salían de tus ojos, y hacían un recorrido por tus mejillas y caían en las sabanas de la cama.
Pasaron unas dos horas así. Ya no salían lagrimas, solo estabas tendida en el colchón. Cuando recordaste que Jaime ya había estado mucho tiempo fuera. Te incorporaste rápidamente.
Encendiste una lámpara que estaba junto de la cama.
Ese lugar era un poco feo y barato. Sus muebles, sus instalaciones, su decoración. Pero dejaste eso en segundo plano. Fuiste corriendo hacia la ventana y la abriste, daba hacia detrás del motel. Solo había una péquela cafetería.
Creíste que ahí se había encaminado Jaime, era el único lugar. Cerraste la ventana muy dramáticamente y saliste corriendo de la habitación.
Bajaste muy rápido, pasabas por los pasillos, a veces te encontrabas a personas que miraban tu recorrido. A ti no te importaba, querías llegar con Jaime.
Empujaste la puerta de la entrada y sentiste como el frio de la noche te abofeteaba.
Corriste hacia atrás del motel, y diste con la cafetería. La miraste extrañada.
Seguiste tu camino despacio.
Entraste a ese local.
No veías en ninguna parte a Jaime. De pronto, viste hasta la esquina, a un hombre recargado sobre una mesa. Parecía ser Jaime.
Te acercaste nerviosamente hacia él. Estabas a punto de tocar su hombro y llamarlo.
Pero justo antes, alguien te tomo de la cintura. Tú de un brinco volteaste.
¡Era Jaime!

Tú: Jaime…

Jaime: ¿Qué haces aquí?

Tú: Es que… es que habías tardado mucho

Jaime te miro, y luego se dio cuenta de que te estaba tomando por tu cintura, entonces te soltó rápidamente.

Jaime: Ven, hay que sentarnos

Había una mesa justo junto a ustedes y vacia.Te sentaste y Jaime enfrente.

Jaime: ¿quieres algo?

Tú: Eh… No, nada

Jaime:¿Un café?

Tú: Bueno, creo que estaría bien

Jaime levanto su mano y poco después una señora vino y les pregunto qué querían.

Jaime: Dos cafés, por favor

La señora dio una media vuelta y se alejo.Ustedes se quedaron en silencio hasta que la señora volvió con los cafés.Tu tomaste de tu taza mientras Jaime decía

Jaime:Que lugar tan feo

Tú: A mi me parece que está bien…

Jaime: No, no… Lamento haberte traído aquí

Tú: Lamento… (tomaste de tu café muy rápido, y te quemaste tu lengua) lamento haberme portado tan grosera contigo

Jaime te miro tiernamente. Habías extrañado tanto esa mirada en tan poco tiempo.

Jaime: Perdóname por no haberte hecho caso (Busco tu mano y la tomo) Es que quería llegar lo más antes posible

Tú: No importa Jaime

Él te miro, y fijo sus ojos en los tuyos

Jaime:Te amo

Tú: (te sonrojaste, no sabias porque, pero replicaste con un lindo y suave) Te amo
Jaime

Rieron juntos. Luego se la pasaron mirándose, y riendo nerviosamente.
Se habían olvidado completamente de sus cafés.

Jaime: Vámonos (Sonrió, se levanto)

Tú lo acompañaste.Pago lo de los cafés y salieron.
En camino al motel ibas muy juntos tomados de la mano.
Ya en la esquina del motel Jaime te pego a la pared. Y te dijo muy cerca de tu boca

Jaime:No quiero volver a pelearme contigo

Jaime te miraba muy fijamente a tus ojos. Aunque tú no podías lanzar pequeñas miradas a sus labios, además el contacto visual con el era muy difícil, su mirada era tan fuerte. No podías explicarlo.

Jaime: Quiero que olvidemos todo (Toco con su mano tu cintura) Solo quiero pensar en lo bien que nos la pasaremos (Te acerco a él)

Tu: Jaime… (Estaba más cerca, mucho más cerca)

Jaime: ¿SI?

Tú: Hay… hay que entrar, entrar. Si

Jaime: (espero unos segundos y luego dijo) Claro (Te tomo de la mano y avanzo rápidamente hacia el motel)

Iban avanzando muy rápido.
Cuando llegaron a su habitación Jaime abrió la puerta.
Tú entraste seguida de Jaime.
Él te miro. Se acerco a ti. Te miro. Te empezó a besar.
Te tomaba de la cintura haciendo que te pegaras a él. Tú lo tomabas por su cabeza, revolviéndole todo el cabello.
El subió sus manos de tu cintura hasta tu espalda, luego las paso para enfrente. Toco torpemente tus pechos y busco los botones de tu playera. Cuando los encontró, se separo de ti y te lanzo una mirada llena de fuego. Bajo su mirada hacia tus pechos. Había empezado a desabotonar tu playera. Y tu pecho estaba casi desnudo, por no ser de tu sostén.
Jaime de nuevo te beso tu boca, luego bajo hasta tu cuello, donde hizo que te retorcieras del placer. Luego, más lento bajo hasta tu pecho. Te besaba por todas partes.
Luego bajo hasta tu ombligo.

Tú:Jaime… (Después de decir su nombre el te lanzo hacia la cama. Desde ahí lograste verlo)

SE veía tan excitante. El se lanzo hacia ti. Empezó a besar tu cuello. Tú mientras, le sacabas su camisa. Viste su abdomen desnudo, lo empezaste a llenar de besos. Y repetiste lo mismo que él había hecho contigo. Aunque cuando estabas en su ombligo bajaste mas y desabotonaste su pantalón. El te ayudo a bajarlo con más rapidez. Tú te colocaste encima de él.
Paraste unos segundos y contemplaste a Jaime tendido en la cama, el también te miraba y dijo

Jaime:Eres tan sexy

Tu no respondiste con nada, pero te acercaste a su boca.
Empezaron a besarse de mil formas y posiciones. Hasta que terminaron los dos juntos acostados en la cama dándose tiernos besos y diciéndose- Te amo- una y cien veces.
Pronto habían quedado dormidos. A la mañana siguiente Jaime, ya vestido, te dijo que iria por el desayuno. Tú preferiste quedarte bañándote.
Cuando Jaime había llegado tú ya estabas bañada.
Desayunaron muy lentamente, con muchas risas y elogios.
Al poco rato de haber terminado con su comida Jaime se metió a bañar, después de eso se irían de ahí para volver a casa.

Continuara...

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